Entendemos por concepto de RCSD o el ratio de cobertura del servicio de la deuda como un cálculo que analiza si la empresa tiene suficiente caja para afrontar los pagos que tiene pendientes de realizar, tanto los pagos de intereses de deudas como los pagos de la cuota de devolución de las deudas.
A nivel contable podemos decir que son las partidas que componen los gastos financieros, que serán repercutidos en la cuenta de resultados de la empresa como un gasto, y las deudas a corto plazo que están reflejadas dentro del balance de la empresa.
En este artículo vamos a realizar un análisis en profundidad de este ratio y que implicación tiene para la empresa su uso.
¿Qué es el ratio RCSD?
El RCSD es la capacidad para generar la suficiente caja para considerar que está en una situación de solvencia, debido a que ese efectivo se debe dedicar para hacer frente a diferentes compromisos de pago.
El ratio RCSD hace una comparación entre el flujo de caja que dispone la empresa durante un tiempo determinado, con las deudas a corto plazo y los intereses que se tienen que pagar de estas deudas.
Por tanto, el ratio de cobertura del servicio de la deuda nos va a decir sí somos capaces o no de afrontar los pagos de las deudas que tenemos a corto plazo, y de una manera indirecta decirnos que sí la empresa es rentable y es capaz de generar valor para los accionistas.
¿Cómo se calcula el ratio RCSD?
Para calcular el RCSD (ratio de cobertura del servicio de la deuda) debemos realizar la división entre el EBITDA y los gastos financieros y la deuda a corto plazo, como se muestra en la siguiente fórmula:
RCSD = EBITDA / (GASTOS FINANCIEROS + DEUDA A CORTO PLAZO)
El EBITDA es el resultado que obtiene la empresa antes de los intereses, impuestos, y amortizaciones; y en el cálculo del RCSD nos sirve como referencia del flujo de caja operativo que está generando la empresa durante un período determinado.
Analizando el resultado que pudiera arrojar el RCSD:
- El valor es superior a 1 indica que la empresa es solvente a nivel de flujo de caja y puede pagar los gastos financieros más la deuda a corto plazo. Es decir, a mayor valor, mayor solvencia va a tener la empresa y, por tanto, cuenta con mayor efectivo.
- El valor inferior a 1 indica que la empresa no está generando suficiente flujo de caja para poder satisfacer los gastos financieros y las deudas a corto plazo. Esta situación es insostenible para la empresa a largo plazo. Si la empresa sigue en esta situación se tendrá que descapitalizar y, por tanto, pierde capacidad, llegando a una situación a largo plazo de quiebra.
Ejemplo de aplicación del RCSD
A continuación, vamos a ver un ejemplo de a lo que se refiere el concepto de aplicación del RCSD. Para esto, tenemos un ejemplo de una empresa como deudora y una entidad bancaria como el acreedor.
Nos podemos imaginar que la empresa X, debe pagar 36.000 euros por el uso de un crédito de 6 meses a una entidad bancaria. Dado que es un préstamo a corto plazo, la cuota del mes de enero corresponde a los 6.000 euros. La empresa X debe devolver la cuota del préstamos con un tipo de interés del 2% mensual. Además podemos considerar que el EBITDA de ese mes es de 14.000 euros.
Lo que tiene que pagar en el mes de enero la empresa X son los 6.000 euros, que es el capital que se adeuda, más los intereses del 2%, que son 120 euros. Por tanto, la deuda que se tiene que pagar a corto plazo más lo intereses corresponden a 6.120 euros.
Para calcular el RCSD hacemos la división del EBITDA de enero, que corresponden a los 14.000 euros, entre los gastos financieros más las deudas a corto plazo, que corresponden a 6.120 euros, y nos da que el RCSD 2,29.
Por tanto, el valor del RCSD es superior a 1 y la empresa X podemos considerar que es solvente, ya que su flujo de caja puede pagar los gastos financieros más las deudas a corto plazo.