La proactividad en el trabajo marca la diferencia entre el éxito y el fracaso laboral de una persona. Si cuentas con iniciativa y una buena disposición a la hora de enfrentarte a las tareas diarias será más sencillo responder a las demandas del ámbito laboral.
En este artículo te hablamos en profundidad sobre la proactividad en el trabajo y te damos varias recomendaciones para que puedas tener una mejor actitud ante las diferentes tareas a desempeñar en tu pequeña y mediana empresa.
¿Qué es la proactividad en el trabajo?
La proactividad en el trabajo es una actitud por parte de las personas que les lleva a ponerse manos a la obra y tomar responsabilidad de las actividades de la empresa para hacerlas con eficiencia. Alguien proactivo tiene la capacidad de planificar la gestión de las tareas y realizarlas sin dejarse interferir por lo que ocurra a su alrededor en el trabajo.
Lo contrario es una persona reactiva, que busca excusas constantemente para parar de trabajar, y encuentra justificación constante a su falta de compromiso con la actividad que debe hacer.
Consejos para mejorar la proactividad en el trabajo
El trabajo demanda que seamos autónomos, que estemos implicados con lo que hacemos, cada vez más es necesario ser polifacéticos, resistentes y que tengamos iniciativa. En las pequeñas y medianas empresas esto es aún más importante, ya que las tareas se realizan entre menos personas, por lo que a veces cuesta satisfacer correctamente todas estas expectativas, algo que puede suponer una gran presión sobre el trabajador.
Aquí tienes varios consejos para mejorar tu proactividad en el trabajo sin afectar a tu bienestar físico y mental:
- Sé ordenado: este es uno de los puntos fundamentales de la proactividad. Mantener tu espacio de trabajo ordenado tiene un impacto positivo en tu cerebro y en la forma en la que planificas tus tareas de una manera más eficiente. Al tener fuera de alcance elementos distractores es más fácil centrarse en las tareas y cumplir los objetivos en el tiempo que te has marcado para ello.
- Toma una actitud positiva: al pensar en positivo la actitud que tienes hacia la actividad que realizas hace que tengas una mejor disposición, te motives y la hagas de forma más sencilla. Enfoca tu mente a lo que vas a conseguir al terminar y eso hará que veas las cosas de mejor forma.
- Busca soluciones: en el trabajo es común que vayan surgiendo problemas. Trata de pensar posibles soluciones de forma realista y toma las acciones necesarias para prevenir las cosas que puedan salir mal.
- Participa en la dinámica laboral: involúcrate en el día a día, habla con tus compañeros, da tu opinión en reuniones o apúntate a actividades que surjan. Esto favorece un mayor rendimiento, ya que te conecta con las tareas a realizar y favorece que surjan ideas para hacerlo.
- No tengas miedo a tomar decisiones: confía en tu intuición y asume la responsabilidad. Las personas proactivas tienen la capacidad de tomar decisiones cuando el resto no se atreve. Reflexiona, evalúa las posibilidades y sé capaz de dar el paso.
Conviértete en una persona proactiva en el trabajo para mejorar sustancialmente tu vida laboral. Promueve además esta actitud en tu pequeña y mediana empresa para conseguir mejores resultados.