Planificación financiera: ¿qué es y cómo llevarla a cabo?

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Uno de los aspectos fundamentales de cualquier estrategia de negocios es la planificación financiera. En muchos casos la supervivencia de una organización depende de ella, aunque no siempre se lleva a cabo de la forma adecuada. Entender a la perfección en qué consiste este concepto, cuáles son sus objetivos y tipologías y cómo se desarrolla es imprescindible para sacarle el máximo partido.

 

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¿Qué es la planificación financiera?

Tanto a nivel empresarial como en el ámbito personal, la planificación financiera es el proceso dedicado a la organización detallada de las finanzas, basándonos en un presupuesto para establecer unos plazos y objetivos. Se trata, pues, de diseñar una estrategia de trabajo con la economía para hacerla crecer mediante inversiones y otros movimientos.

Qué objetivo tiene la planificación financiera

Dentro de la planificación financiera encontramos diversos objetivos, algunos de los cuales se centran en el momento actual y otros se centran en una visión de futuro.

Por ejemplo, el control financiero presente es uno de los propósitos básicos de este tipo de estrategias, pero también lo es la anticipación y la reducción del margen de error en decisiones a largo plazo, la generación de nuevos objetivos económicos o la interacción con el mercado, entre otras acciones.

Tipos de planificación financiera según los plazos

El modo de gestionar y desarrollar la planificación financiera, sobre todo cuando hablamos de negocios, puede variar en función de la temporalidad en la que se quiera ejecutar la estrategia. No es lo mismo planificar las acciones a corto plazo que hacerlo en el largo plazo, donde los activos, los pasivos, los objetivos y el propio proceso varían notablemente:

  • En la planificación financiera a corto plazo los activos básicos son los inventarios, la tesorería, o los recibos pendientes de cobro, mientras que los pasivos residen en los préstamos, las deudas con proveedores y otros gastos.
  • Por otro lado, la planificación financiera a corto plazo no se basa únicamente en activos y pasivos, sino que trata de analizar la situación actual del negocio y algunos datos históricos como la contabilidad, las cifras de venta, los costes de producción o las inversiones, entre otros aspectos.

¿Cómo se realiza la planificación financiera?

Tras haber definido en qué consiste la planificación financiera, además de entender cuáles son sus objetivos más relevantes y cómo puede variar según la temporalidad de aplicación, es momento de entender cómo se desarrolla. Recordemos que se trata de un plan y no de una ejecución, por lo que es posible incluir cambios en cualquier momento a lo largo del proceso.

Análisis del negocio en el momento actual

Como es lógico, antes de desarrollar una planificación financiera o de cualquier tipo en una empresa, es conveniente medir en qué situación se encuentra la organización en este momento. Es necesario, pues, analizar qué ingresos se reciben, de dónde proceden y cuáles son los gastos fijos o variables, además de tener en cuenta posibles seguros, préstamos y financiaciones o amortizaciones.

Planificación de objetivos

El segundo paso de la planificación financiera es crucial, ya que consiste en el diseño de los objetivos del propio plan. Aquí entra en juego la tipología de la estrategia, ya que, como decimos, los objetivos varían de modo considerable en el corto y en el largo plazo. En el primer caso es fundamental asegurar la viabilidad a través de la liquidez, mientras que en el segundo se trata de rentabilidad, por lo que permite una mayor flexibilidad en el establecimiento de las metas.

Definición de estrategias financieras

Para dar respuesta a los objetivos ideados en el punto anterior, conociendo los recursos analizados al principio, la planificación financiera debe marcar una estrategia a seguir. Este momento consiste en unir esos recursos con esos objetivos para trazar un camino a seguir desde un punto A hasta un punto B del modo más seguro y rentable posible.

Seguimiento de los resultados

Por último, como en cualquier otra estrategia a seguir en una organización, es fundamental monitorizar los resultados de la aplicación de la planificación financiera. Esto es algo que se puede observar en el día a día de la empresa -sobre todo cuando hablamos del corto plazo-, por lo que cuanto antes se detecten errores y oportunidades de mejora, antes se podría cambiar el rumbo.

Beneficios de llevar a cabo una correcta planificación financiera

Cualquier planificación resulta beneficiosa en un negocio, ya que reduce las posibilidades de error y fracaso considerablemente. En el caso de la planificación financiera hablamos, entre otros beneficios, de la reducción de riesgos económicos, la toma de decisiones adecuadas en la inversión, la optimización de recursos o el control de las finanzas, cuestiones fundamentales en el éxito empresarial.

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