Normativa contra incendios: Aspectos que todos deberían conocer

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Los incendios son un riesgo presente en cualquier tipo de negocios, sin importar su ubicación, tamaño o actividad. Sin embargo, es posible tomar medidas que reduzcan lleven al mínimo las probabilidades de que ocurran. 

En nuestro país existe una normativa contra incendios que asegura la correcta instalación, utilización y mantenimiento de productos de seguridad frente al fuego. Esta no solo determina los estándares en su uso, sino también las obligaciones de las empresas que brindan estos servicios, y las de las personas o comercios que las contratan.

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¿Cómo cumplir correctamente con la normativa?

Como hemos dicho antes, el reglamento la reglamentación aplica tanto en los productos que se utilizan, como sobre las empresas que se ocupan de la instalación y el mantenimiento de los mismos. Estas últimas son denominadas empresas instaladoras o empresas mantenedoras, y para ellas existe una serie de requisitos que determinan su habilitación, obligaciones y limitaciones.

Existen tres aspectos principales de la normativa vigente y son los siguientes:

  • Se debe optar por las instalaciones de seguridad que mejor se adapten según el tipo de construcción, y que tengan un bajo riesgo de incendio
  • En caso de incendio, se debe permitir la salida de humo y limitar la propagación del fuego.
  • Se debe garantizar la protección activa y la evacuación del público afectado.

¿Cuál es la diferencia entre la normativa contra incendios y la reglamentación contra incendios?

Existe cierta confusión entre ambos términos, por lo que es conveniente conocer lo que refiere cada uno. Por un lado, la normativa es el conjunto de criterios técnicos, de seguridad y de calidad que deben cumplir los productos o servicios relacionados con la prevención y protección contra incendios. Con base en ella se desarrolla la reglamentación que la hace cumplir.

Por su parte, la reglamentación contra incendios explica de manera detallada cómo se aprueban los productos y quiénes o qué organismos lo hacen.

Lo que debe tener un sistema contra incendios

Los sistemas de control de incendios pueden ser muy diversos y estar conformados por distintos elementos como detectores de humo, extintores o instalaciones especiales de agua. Sin embargo, más allá de cuáles se utilicen, lo importante es la validez que tengan frente a la legislación europea vigente.

La aprobación o no aprobación de un producto dentro de un sistema contra incendios dependerá de si está incluido en el ámbito de aplicación del Reglamento (UE) n.º 305/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 9 de marzo de 2011. Así lo señala el Real Decreto 513/201.

En caso de que esté incluido, «llevarán el marcado CE, siempre que dispongan de una especificación técnica armonizada». Si no lo estuviera, se tendrá que justificar el cumplimiento de lo exigido en la reglamentación ante la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC).

Existen algunos productos que son innovadores y, por lo tanto, no están incluidos dentro del reglamento, pues no hay una norma clara para ellos. Estos deben ser aprobados mediante una evaluación técnica que incluye una consideración de sus requisitos básicos (como el tiempo de respuesta o la durabilidad), el control de producción en la fábrica y el programa de mantenimiento periódico. 

De cualquier forma, las empresas que se ocupen de la instalación y mantenimiento de los sistemas de protección deben atenerse a estas disposiciones.

Equipos y sistemas de protección contra incendios:

Como te hemos dicho antes, son muchos los componentes que pueden conformar un sistema de protección contra incendios. A continuación hacemos una recopilación más amplia de todos ellos.

  • Sistemas de detección y de alarma de incendios.
  • Sistemas de abastecimiento de agua contra incendios.
  • Sistemas de hidrantes contra incendios.
  • Extintores de incendio.
  • Sistemas de bocas de incendio equipadas.
  • Sistemas de columna seca.
  • Sistemas fijos de extinción por rociadores automáticos y agua pulverizada.
  • Sistemas fijos de extinción por agua nebulizada.
  • Sistemas fijos de extinción por espuma física.
  • Sistemas fijos de extinción por polvo.
  • Sistemas fijos de extinción por agentes extintores gaseosos.
  • Sistemas fijos de extinción por aerosoles condensados.
  • Sistemas para el control de humos y de calor.
  • Mantas ignífugas.
  • Alumbrado de emergencia.

Si quieres conocer los detalles y características de cada uno, debes revisar el Anexo 1 del Reglamento de instalaciones de protección contra incendios.

¿Cómo evaluar el riesgo de incendio?

Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, para determinar el nivel de riesgo de un incendio (NRI) se toman en cuenta las probabilidades de ocurrencia de dicho siniestro y sus consecuencias, bajo la fórmula:

NRI = probabilidades de ocurrencia * consecuencias

La primera variable involucra los factores clave para el inicio del fuego, que son la existencia de combustible, comburente y un foco de ignición, que es el que proporciona la temperatura mínima necesaria para que este fenómeno se produzca.

La segunda variable de la ecuación se determina considerando las medidas de protección contra incendios. Esto se divide en medidas pasivas, que involucran elementos como la ubicación del lugar y su relación con el entorno, y medidas activas, como la formación del personal para actuar ante estas circunstancias.

A partir de esta información, existen distintos métodos de evaluación que la empresa que ofrece el sistema de protección puede escoger según los datos disponibles. Entre los más comunes están:

  • Método de factores.
  • Método de los coeficientes k.
  • Método de Gretener.
  • Método de Gustav Purt.

¿Qué sucede si no se cumple la normativa contra incendios?

El cumplimiento de la normativa contra incendios es de suma importancia en todo tipo de edificaciones civiles, pues implica la protección tanto de la infraestructura como de las personas que se encuentren en ella. Si no se cumple con ello, la resolución aplicada es muy simple: la clausura. Esto se dirige hacia aquellos comercios que están de cara al público, así como las construcciones de gran altura, los establecimientos industriales y las instalaciones de protección del medioambiente.

No es difícil imaginar lo dificultoso y lo problemático que puede ser para un comercio o empresa el tener clausuradas sus instalaciones. Es algo que le afecta a nivel económico, comercial y también humano, en la medida en que supone un impacto negativo para los trabajadores. Por si fuera poco, la imagen pública también se ve perjudicada

Datos sobre incendios en España

La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (UNESPA) elaboró un informe sobre la incidencia de los incendios. En él se explica que entre 2019 y 2020, el coste de los daños producidos por estos tuvieron un promedio de 8768 euros en los comercios y de hasta cinco veces más en las industrias, alcanzando un valor de 42 081 euros.

Es cierto que este no es un dato que pueda englobar la totalidad de los casos en los que se desarrollan incendios, ya que se ha estimado sobre un porcentaje de los comercios e industrias que están correctamente aseguradas. Sin embargo, sirve para tener una idea del impacto económico que implican estos siniestros, y valorar la importancia de prevenirlos.

 

Conclusión

Para las empresas, cumplir con la normativa contra incendios no debería considerarse desde una perspectiva pasiva, solo por evitar las consecuencias de no hacerlo. En cambio, el primer foco de atención debe ser garantizar la seguridad de los trabajadores, clientes y demás personas que puedan encontrarse en ellas. Aun así, es innegable que el incumplimiento puede tener importantes consecuencias económicas y legales. Optar por la empresa instaladora y encargada del mantenimiento adecuada para los sistemas de protección es sumar seguridad y evitar problemas mayores.

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