La duda acerca de si es posible la deducción de la cuota de autónomos en la declaración de la renta es una de las más frecuentes entre los trabajadores por cuenta propia. Los gastos deducibles en el IRPF no siempre están lo suficientemente clarificados, por lo que se trata de una pregunta muy común.
En este sentido, del mismo modo que la mayoría conocemos con seguridad algunos de estos devengos, como los sueldos de los empleados, los servicios de terceros o los pagos de materiales y alquileres, no todo el mundo es consciente de que la cuota de autónomos es un gasto deducible. Porque, efectivamente, lo es, y no resulta agradable perder esta posibilidad de beneficio cada año.
En el artículo de hoy hablamos de los gastos que se pueden deducir en el pago del IRPF y qué consideraciones deben cumplir para ser considerados así. Además, profundizamos en la deducción de la cuota de autónomos en la declaración de la renta y te explicamos cómo presentarla para lograrlo.
¿Qué entendemos por gastos con posibilidad de deducción?
La posibilidad de deducción se aplica sobre aquellos gastos que la Agencia Tributaria interpreta como deducibles a la hora de calcular los beneficios a través de los ingresos y los gastos. Si bien es cierto que no siempre se conoce adecuadamente cuáles son y existen dudas al respecto, las instituciones los han definido a la perfección, por lo que están regulados y publicados para su consulta.
Es importante tener en cuenta que sobre estos resultados se aplicará el porcentaje de IRPF que se debe pagar a Hacienda, por lo que cuantos más sean los gastos deducibles en tu haber, menor será el importe a abonar en el momento de hacer la declaración. Eso sí, como resulta evidente, aquí no puede incluirse cualquier gasto, por eso es conveniente estar al corriente de lo que está permitido y lo que no, y atenerse a los requisitos estipulados.
¿Qué gastos se consideran deducibles en el IRPF?
Para que un gasto sea deducible y se pueda incluir en la declaración de la renta debe de cumplir con determinadas características establecidas por la Agencia Tributaria y por Hacienda.
Lo principal es que sean justificables, lo que indica que deben ser gastos declarados, que aporten factura o recibo y, por supuesto, que indiquen claramente los datos fiscales del declarante. Por tanto, si hacemos un desembolso económico y no tenemos un documento que lo certifique, no podremos deducirlo en el IRPF aunque cumpla con el resto de requisitos.
Al mismo tiempo, es conveniente que estos pagos se incluyan en un registro por parte del autónomo junto con otras inversiones y que, obviamente, tengan algún tipo de relación con la actividad económica que se está desarrollando.
¿Es posible la deducción de la cuota de autónomos en la renta?
A priori, la deducción de la cuota de autónomos en la declaración de la renta es posible, ya que cumple con todos los parámetros que acabamos de mencionar. Ahora bien, para poder declarar este impuesto como un gasto relacionado con nuestra actividad económica hay otros aspectos esenciales que se deben cumplir.
Por ejemplo, algunos de estos desembolsos se pueden justificar únicamente con la factura o el recibo, sin embargo, con la cuota de autónomos no ocurre lo mismo: únicamente podrá deducirse si ha sido abonada previamente. Para ello, lo más sencillo es tenerla domiciliada en la cuenta, aunque también se puede hacer presencialmente en entidades bancarias o por vía digital en la web de la Tesorería General de la Seguridad Social.
Cómo obtener la deducción de la cuota de autónomos en la renta
Para poder acogerse a esta posibilidad, es indispensable presentar el justificante de la realización del pago, ya sea mediante el documento que lo certifica si se hace a través de Internet, con un recibo del banco donde se han hecho los ingresos o con un extracto en caso de domiciliación.
¿Y si colaboro con una sociedad y es ésta la que se hace cargo de mi cuota de autónomo? En este caso únicamente habrá una posibilidad de deducción, que será incluirlo como retribución en especie y hacer el ingreso a cuenta de tu IRPF. Recuerda que se trata de un impuesto atribuible exclusivamente a personas físicas, por lo que no se podría deducir de manera directa.
