En los últimos años, los entornos laborales se han vuelto cada vez más sofisticados gracias a los avances tecnológicos y a la digitalización. Así, tareas como la concesión de accesos al personal hacia espacios o programas específicos ha dejado de ser algo manual para convertirse en un proceso completamente automatizado.
Uno de los elementos que ha contribuido a ello es el control biométrico de acceso, con el que se ofrece un alto nivel de seguridad a las empresas e industrias.
Hoy vamos a ver en qué consiste y cuáles son las variedades de esta herramienta que resulta muy útil para la gestión de accesos y autorizaciones al personal dentro de cualquier negocio físico.
Qué es el control biométrico de acceso
El control biométrico de acceso es un sistema que utiliza rasgos biométricos para verificar la identidad de las personas y permitir o negar su acceso en distintos espacios . Una vez obtenida la información, dicho sistema se encarga de compararla con una base de datos, con la intención de revisar si forma parte de ella. Así, solo los autorizados podrán ejecutar ciertos programas y aplicaciones, entrar a áreas restringidas o usar determinados equipos.
Los sistemas de control biométrico se componen de dos elementos clave que funcionan de manera conjunta:
- Por un lado, el hardware se refiere a los dispositivos utilizados para registrar los rasgos biométricos de las personas que desean hacer una verificación.
- Después, el software es el programa encargado de procesar y validar la información captada para otorgar o negar el acceso.
Tipos de controles biométricos
Los rasgos biométricos en los seres humanos pueden ser muchos, pero a efectos del control biométrico dentro de las empresas, los más utilizados son los siguientes.
Voz
Es una característica única de cada individuo, y las grabadoras especializadas pueden detectar matices muy específicos que la distinguen del resto de personas. Así, basta con pronunciar una palabra o frase particular para ejecutar el reconocimiento.
Geometría facial
En este caso, el registro se hace sobre las formas y dimensiones del rostro. Puede ser en 2D o 3D, con notables diferencias en el nivel de seguridad entre uno y otro. Además, tiene la ventaja de no necesitar ningún tipo de contacto, algo que ha cobrado mucha importancia a raíz de la pandemia de la COVID-19.
Huella dactilar
Los sistemas de control biométrico basados en la huella son uno de los más usados en todo el mundo debido a su sencillez y precisión. Además, sus costes son relativamente bajos en comparación con otras alternativas, y la respuesta del software suele ser bastante rápida.
Iris
Esta membrana ocular presenta características que se captan a través de cámaras con condiciones especiales de iluminación. También se emplean luces infrarrojas, que son completamente inofensivas para los ojos, pero permiten obtener imágenes de alta definición.
Firma
Desde siempre, la firma ha sido un método de identificación efectivo que va mucho más allá de la caligrafía, y en la actualidad se utiliza su versión digital para controlar el acceso. En estos casos, es necesario usar lápiz y pantalla táctiles para estamparla en un documento electrónico, mientras que el software detecta características como presión, velocidad de escritura o inclinación.
El control biométrico de acceso puede facilitar muchos procesos de vigilancia y resguardo dentro de las empresas. La elección de un tipo u otro dependerá de las necesidades, características y presupuesto con el que cuente el negocio. En cualquier caso, este sistema supone una ventaja muy importante en términos de automatización.