En qué consiste y cómo realizar un plan de viabilidad

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El plan de viabilidad es un concepto fundamental en el ámbito de los negocios. Se trata de una planificación estratégica a la hora de afrontar un nuevo proyecto, la salida al mercado de un producto que hasta ahora no se hacía o, incluso, la creación de una empresa desde cero. Como su propio nombre indica, se trata de averiguar si un próximo paso es realmente viable o no, pero, ¿en qué consiste y cómo se desarrolla?

 

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¿Qué es exactamente un plan de viabilidad?

Cuando decidimos llevar a cabo un plan de viabilidad es porque existe una nueva idea y debemos analizar y baremar sus posibilidades de éxito. Por tanto, consiste en el desarrollo de un documento que, si se desarrolla adecuadamente, nos permite extraer conclusiones certeras a partir de un profundo análisis compuesto de diversos aspectos y factores.

¿Cómo se realiza un plan de viabilidad?

Tenemos una idea de negocio, un plan de creación de una nueva línea de productos o todo lo necesario para lanzar al mercado un servicio. Ahora necesitamos saber si, una vez que esto se lleve a cabo y se convierta en una realidad, va a resultar rentable y beneficioso. Para aproximarnos en la medida de lo posible a ese resultado, conviene desarrollar un documento siguiendo ciertos pasos de manera exhaustiva y ordenada. Este documento es el plan de viabilidad.

Análisis de la idea

El primer paso consiste en explicar por escrito en qué consiste la nueva idea. No debe ser un texto extenso, pero sí contemplar los detalles principales del proyecto con claridad y concisión. Digamos que se trata de una descripción breve que debería servir para que cualquiera que lo lea sin conocer la idea pueda entender en qué consiste.

Presentación del proyecto

Hablamos de proyecto porque puede tratarse de una empresa, un producto o un servicio, pero en cualquier caso nos estamos refiriendo a un negocio. Esto significa que hay que profundizar, en esta ocasión de forma más detallada, en cada uno de los elementos que se van a poner a la venta, analizando con detenimiento sus características y, sobre todo, sus ventajas.

Planificación de procesos

El siguiente punto del plan de viabilidad consiste en definir cómo se van a obtener los productos o servicios que se comercializarán una vez que el proyecto sea una realidad. ¿Va a haber un proceso de producción que implique la transformación de materias primas? ¿Se adquirirá el producto final ya configurado?

En cualquier caso, en este momento es importante evaluar las necesidades con respecto a instalaciones, tecnología, mano de obra, burocracia, maquinaria y proveedores, entre otros aspectos. Es decir, se trata de entender todo lo que se precisa para convertir la idea en una realidad.

Estudios de mercado

El estudio de mercado es una de las secciones más relevantes en un plan de viabilidad. Aquí entran en juego estudios de mercado, del sector en el que operaremos, de la competencia y de los clientes y, sobre todo, de la propia empresa a través de herramientas como el análisis DAFO o Pestel, o, con mayor profundidad, recurriendo a modelos como el Canvas.

Marketing y ventas

Cuando hablamos de marketing en este documento, no nos referimos únicamente a lo que entendemos como publicidad. Se trata de trabajar los modelos de venta asentando cuestiones como la estrategia de precios, la cadena de distribución, la garantía y servicios postventa o las políticas de venta, además de las propias iniciativas publicitarias que podrán variar en el tiempo.

Estructura de la empresa y recursos humanos

En otro orden de cosas también es imprescindible plasmar en el documento la estructura de la empresa, cuántos miembros la compondrán y cuál será su jerarquía. En este epígrafe, además, es necesario incluir aspectos como las asignaciones de cada empleado, los salarios, las bonificaciones, los requisitos de acceso o la formación de trabajadores, por ejemplo.

Economía y finanzas

Pese a que se trata de factores que pueden variar con el paso del tiempo en función del momento y las circunstancias en las que se encuentre la empresa, también es conveniente diseñar una estrategia de inversión dentro del plan de viabilidad. En este caso, se deben contemplar diferentes tipos de inversión y cuáles serían las posibilidades de afrontarlas dependiendo del escenario.

Definición de objetivos y monitorización

Llegados a este punto, el documento debe ser algo realista, por lo que podemos basarnos en todo lo anterior para diseñar unos objetivos -principalmente económicos- que nos ayudarán a medir los resultados. Al mismo tiempo, más allá de ser una meta que alcanzar, se convierten en la vara de medir para entender si se está cumpliendo con lo previsto.

Contemplación de escenarios

Finalmente, un plan de viabilidad debe abordar también los distintos escenarios en los que se puede encontrar el proyecto en cuestión a corto, medio y largo plazo. Contemplar un contexto pesimista, otro realista y otro optimista resulta de gran ayuda a la hora de comprender cómo actuar en cada situación llegado el momento.

Resumen del plan de viabilidad

Por último, es recomendable generar un resumen de todo el documento que permita entenderlo sin dedicarle demasiado tiempo. De este modo será posible presentarlo en diferentes contextos, como a la hora de solicitar financiación a través de entidades bancarias o cualquier otra metodología.

¿Cómo saber si un proyecto es viable o no?

Analizando el plan de viabilidad es posible entender si una idea de negocio, un nuevo proyecto o el lanzamiento de un producto o servicio va a resultar rentable y competente. En este sentido, cabe destacar el punto del proceso en el que se estudian los distintos escenarios, para averiguar qué posibilidades hay de que se dé uno u otro y cómo responder en cada caso.

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