Cuando una sociedad se disuelve, existen una serie de pasos que deben seguirse y uno de ellos es la elaboración del Balance de Liquidación final de la misma. Es lo que se realiza para definir el valor neto de la sociedad y, como se explica en la Ley de Sociedades de Capital, no puede hacerse si la misma tiene aún pasivos por saldar.
Pero ¿cuáles son las causas por las que una sociedad puede disolverse?
Acuerdo de disolución:
Una sociedad puede finalizar sus actividades, pero la razón por la que lo hace debe corresponderse con alguna de las mencionadas en el artículo 363 de la Ley de Sociedades y que resumimos aquí:
- Cese de las actividades de la sociedad por un período mayor a un año.
- Conclusión de la empresa que constituya su objeto.
- Imposibilidad manifiesta y declarada de conseguir el objeto social.
- Reducción del capital social por debajo del mínimo legal.
- Paralización de los órganos sociales de modo que resulte imposible su funcionamiento.
Existen otras, pero lo más importante es saber que una sociedad no puede ser disuelta sin una causa que responda a las establecidas por ley.
Además, esta disolución debe ser aceptada por la mayoría en junta general.
Balance de liquidación y fases de la disolución:
Como ya vimos, existe una fase previa al balance de liquidación y es la de acabar con todas las deudas contraídas por la sociedad. Pero no es la única. Es necesario también realizar un inventario final, ya que el patrimonio de la empresa es parte del balance.
Una vez finalizado el mismo, aún quedan etapas posteriores en el proceso de disolución de la sociedad y que corresponden a la aprobación de ese balance, al proyecto de repartición del activo y al reparto final del haber social.
Como se indica en el artículo 390 de la Ley de Sociedades: “Concluidas las operaciones de liquidación, los liquidadores someterán a la aprobación de la junta general un balance final, un informe completo sobre dichas operaciones y un proyecto de división entre los socios del activo resultante”.
Requisitos para elaborar el balance de liquidación:
Para lograr que la disolución sea aceptada e inscrita en el Registro Mercantil, paso estrictamente necesario y finalizador del proceso de liquidación, el balance debe ser elaborado bajo ciertos requisitos, que son los que aquí listamos:
- Debe ser realizado por los gestores o “liquidadores” de la sociedad.
- Debe prevalecer el valor de mercado, por sobre el valor contable.
- Debe estar determinada la liquidación para cada uno de los socios o accionistas.
- Debe ser aprobado en junta general.
Son también los liquidadores quienes se ocupan de inscribir la disolución en el Registro Mercantil, incluyendo el balance, la cuota de liquidación que se le otorgó a cada uno de los socios y la identidad de los mismos.
Conclusión:
El balance de liquidación es una parte del proceso de disolución de una sociedad, en la que se determinan los activos disponibles para el reparto adecuado a cada uno de los socios y accionistas que la componían, y para tener validez debe cumplir con ciertos requisitos que ya se han explicado en este artículo, así como también debe ser aceptado por la junta general de la sociedad.